No está en mí, Elohim dará respuesta

Respondió José a Faraón, diciendo: No está en mí; Elohim será el que dé respuesta propicia a Faraón. Génesis 41:16 Moréh Jonathan Colina

Respondió José a Faraón, diciendo: No está en mí; Elohim será el que dé respuesta propicia a Faraón. Génesis 41:16

Faraón tenía muy buenas referencias de Iosef como ese que oye sueños y lo interpreta. Por eso le expresa estas palabras halagadoras y llenas de alabanza. Si embargo, Iosef no acepta en ningún momento estos halagos y termina replicando al decir: No está en mí: Elohim dará una respuesta para la paz del Faraón.

En palabras de Rashí es como si Iosef dijera: La sabiduría para interpretar sueños no es mía, pero Hashem responderá. El pondrá en mi boca una respuesta que será para el bienestar de Faraón.

El Or HaJaim dice que Iosef corrige la impresión que Faraón tenía sobre él. Él le Explica a Faraon que es HaShem que conoce las interpretaciones de los sueños e informa de ello a ciertos seres humanos. Él era sólo el portavoz de HaShem, pero la fuente era HaShem.

El Radak interpreta esto como si Iosef dijera: No puedo hacer esto basándome en mi inteligencia. HaShem proporcionará la respuesta y así tranquilizará la mente del Faraón.

Iosef siempre tuvo la particularidad de darle la honra al Eterno, por eso le hace saber a faraón que quien va a interpretar sus sueños no es él si no Elohim. Y recordemos que Elohim es el atributo de justicia que denota al Eterno como la máxima autoridad, el supremo, el único poderoso, la fuente de todo lo creado.

Y aunque el podía ganar méritos o bien auto alabarse, el hace todo lo contrario, puesto que entiende muy bien que la sabiduría para interpretar los sueños viene de lo alto, del poderoso. Y aun cuando él está consciente que Adonai había depositado algo especial en él, no se olvida de aquel que es el único merecedor de la alabanza y exaltación.

Iosef entiende que es un instrumento del Eterno, por eso él tiene muy claro a quien representa. Por consiguiente, él no va en busca de honores, sino que va en busca de dar honor al creador.

Por eso de manera enfática y contundente le hace saber a faraón que es el Eterno quien siempre provee una respuesta oportuna para dar solución interpretativa a sus sueños y aquietar sus corazones.

En definitiva, Iosef nos enseña a no apoyarnos en nuestros dones o talentos para auto exaltarnos, sino más bien a dar honra y exaltación al Eterno a través de ellos, porque sin duda alguna nosotros no sabemos nada, es el Eterno quien revela lo profundo y lo misterioso como dice el Tanaj (Daniel 2:22).

Así que cuando sirvamos, mostremos todo lo de Él y nada de nosotros. Por eso Iosef nos enseña a decir: ¡No soy yo, es El! ¡Yo no sé nada, tu si lo sabes todo Elohim!.

Shalom Ubrajot!

Moréh Jonathan Colina

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